Parábola de los talentos-MATEO.
14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a
sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro
uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 16 Y el que había recibido
cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había
recibido dos, ganó también otros dos. 18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la
tierra, y escondió el dinero de su señor. 19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos
siervos, y arregló cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido cinco talentos,
trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí
tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. 21 Y su señor le dijo:
Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de tu señor. 22 Llegando
también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me
entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. 23 Su señor le dijo: Bien,
buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en
el gozo de tu señor.
24 Pero
llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que
eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no
esparciste; 25 por
lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que
es tuyo. 26 Respondiendo
su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré,
y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros,
y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28 Quitadle, pues, el
talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y
al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al siervo inútil
echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
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